Un guionista como pocos, por varios motivos
por Ángel Albisu
Seguimos sumando autores argentinos, dibujantes y guionistas, a este ciclo de entrevistas. Y para mi es un honor presentarles, como lo es siempre que invito a alguien para hacerle unas preguntas, al guionista Mauro Mantella.
Alguien que en varias ocasiones seria descrito por especialistas en el tema -ejem, no amateurs como yo-, como uno de los pocos guionistas contemporáneos que no dibuja sus propias historietas. Es decir, es de aquellos que mantienen la vieja tradición de dedicarse a escribir. No como los artistas integrales que suelen verse mucho hoy en día. Encargados tanto de los guiones como de los dibujos.
Él es un guionista que mantiene el estilo de Oesterheld y Ricardo Barreiro. Entre otros. Basta con leer una de sus historias y podrás conocer la gran variedad de personajes y contextos diversos que maneja. Convertidas en una marca infaltable cuando aparece impreso su nombre. Por nombrar algunos, a modo de ejemplo, están Bizancio y El Hombre Primordial. Mis preferidos.
Lista la introducción. Presento a nuestro invitado: Mauro Mantella.
Marciano Adoptivo: Hola Mauro, bienvenido a El Marciano
Adoptivo. Antes de empezar con las preguntas vamos a ubicarte espacio y
temporalmente. ¿De dónde sos? ¿Cuántos años tenes?
Mauro Mantella: Soy argentino. Tengo 45 años y como
las empanadas con cuchillo y tenedor porque quiero ver el mundo arder.
M.A.: ¿Cómo nació la idea de un mago, estilo
hechicero, que terminó siendo conocido como Bizancio?
M.M.: Nació como un juego y un desafío en
la revista Bastión. Con el dibujante (Juanmar) teníamos ganas de hacer algo
onda Hellblazer/Seven y el inventar un Constantine argentino fue muy tentador para
mi pobre voluntad. No pensé que iba a desarrollar al personaje más allá de esa
historia corta.
M.A.: Tengo una teoría muy loca, la cual
espero que me sigas la corriente, ¿Incluirías a Bizancio dentro del universo de
personajes que plantea Leonardo Oyola en su novela Kriptonita?
M.M.: La verdad que no. No leí el libro,
pero por lo que pude chusmear de la película y la serie se tratan a los
personajes con todos los recursos que detesto de ese tipo de adaptaciones/parodia/pseudo
homenajes. Justamente con Bizancio la intención primaria siempre es ubicarlo en
nuestro país pero evitando todo lo que pueda los lugares comunes y grasas. Es difícil,
porque cuando se hacen personajes autóctonos el primer impulso suele ser
resaltar ese lado argentino, y termina siendo artificioso como si lo hubiese
escrito un turista, el cual lo primero que ve y resalta son todos los rasgos y
elementos de nuestra cultura popular que están más transitados y en primer
plano, en vez de escribirlos ayunos de todos esos coloquialismos los cuales por
el mero hecho de vivir acá y que sean parte de nuestra cotidianeidad ya ni
deberíamos notarlos y solo tendrían que ser una naturalidad que no debería
entorpecer a los pobres personajes, a los cuales imagino rogando por una
historia interesante en vez de disertar sobre muzarellas chorreantes o penales
que no se cobran.
M.A.: Siempre que buscaba entrevistas tuyas
mencionas tu deseo de armar una “Crisis en Tierras Infinitas”. Y parte de
aquella idea pudimos verla en algunos números de Antología de Héroes
Argentinos. ¿Por qué motivo en particular te hizo elegirlo a Bizancio para ser
el Monitor que fuera reuniendo a todos los héroes?
M.M.: Porque Moore iba a usar a
Constantine como nexo coordinante en “Twilight of the Superheroes”. Así que si
hay que robar al menos hay que hacerlo a lo grande.
También porque al ser un personaje mío,
la libertad es absoluta. Y también porque solo un chanta puede convencer a la
gente a que se meta en semejante quilombo.
M.A.: En el caso de que pudieses usar a todos
los superhéroes argentinos que se publicaron hasta ahora. ¿Cuáles serían y que
función cumplirían dentro del crossover?
M.M.: Es difícil de contestar esa pregunta
porque sería puro espoiler. Pero en el plot que tengo armado desde la época de
los SMS aparecían casi todos los fundamentales. Sin esos la historia carecería
de peso y gracia. Ese es el mayor problema. Bizancio junta un grupo de
personajes no tan super top, pero igual son interesantes, sobretodo un
personaje femenino muy oscuro creado por Oesterheld que fue muy divertido darle
una vuelta de tuerca moderna. Así que sigo esperando un editor caudillo-vikingo-espalda
palteada.
M.A.: ¿Preferís más las historias que van por
el lado de la ciencia ficción cruda o de leyenda urbana? Al estilo de Carlitos,
personaje de Sebastián Rizzo; que no suele tener tanto de ciencia ficción y se
enfoca más en lo que sería el bajo mundo.
M.M.: Lo primero. Suelo disfrutar mucho
más las historias que tienen algún elemento sobrenatural. Eso como que ya me
asegura al menos algo interesante. Tienen que estar genialmente hechas las
historias más “grounded” para que me gusten, onda Breaking Bad y así.
No sé si es por gusto o tara. O por un
incontrolable hastío de la realidad mundana.
M.A.: ¿De qué forma te describís como lector
de historietas?
M.M.: Actualmente, y con el paso de los
años, un poco exquisito y con poca paciencia. Me pasa lo mismo con el cine. Si
en la primeras 5 páginas o en el primer minuto de una peli o serie el
escritor/director no da muestras de inteligencia, abdico alegremente. Hay
demasiado para leer y ver como para desperdiciar tiempo y energía mental.
M.A.: ¿Tenés alguna colección que aprecies
mucho?
M.M.: El Eternauta en fascículos, a color,
con firma y gurbo por Solano.
M.A.: Hagamos un poco de memoria ¿Qué leías
de chico? ¿Cuál recordás que fue la primera historieta que leíste?
M.M.: Supongo que Mafalda. Algunas Novaros
pasaron por mis manos pero nunca las coleccioné. Aunque recuerdo con cariño un
tomo tapa dura de Superman y uno tapa blanda de Wonder Woman donde explicaban
el multiverso. O los números de Superman donde encuentra a su hermano jorobado o
el que el Spectre le impide ir más allá del infinito y habla Dios mismo (no
Alan Moore). También recuerdo algunas que en esa época me parecían perturbadoras
como una de Flash con Black Hand donde Flash de desintegraba, y unas historias
cortas del Vigilante. Es curioso que el 80% de las historias (de cualquier
medio) que más me fascinaron de chico tenían cierto elemento perturbador.
Supongo que por eso hacen más mella.
Después de esa etapa pasajera de
Novaro seguí leyendo solo Muy Interesantes, la revista Humor y Fierro. Luego ya
en la pre adolescencia llegó la lectura de libros por placer y en el 93
(gracias a Perfil) me enamoré de los cómics.
M.A.: ¿Qué guionistas argentinos que te
marcaron un antes y un después? Tanto como lector como para tu posterior
trabajo como guionista.
M.M.: Argentinos solo Oesterheld y
Barreiro. Pero creo que más este último. Slot Barr y sobretodo Cuidad fue lo
que me impulsó a escribir. Recuerdo una noche terminar de releerla y sentir que
si no agarraba lápiz y papel y empezaba a crear ficción iba a explotar.
M.A.: ¿Te gusta más sacar historietas en
tiradas mensuales de unas cuantas páginas, como lo haces en Stone Bot Comics; o
esperar a tener todo y sacarlo en formato de libro?
M.M.: Me gusta la dosis mensual si se
puede ofrecer un número por mes. Que al menos un capítulo cierre y lector tenga
la sensación de que no es algo inacabado por más que continúe. Sino, largando a
cuentagotas suele pasar que sobreviene el olvido, el desinterés o que el lector
piense “Hmm. Esto está bueno. No lo voy a leer más hasta que termine”, y
chau el tráfico y el feedback.
M.A.: Con respecto a la pregunta anterior,
¿Tenes idea de si la gente sigue las historietas diarias que escribís o te lo
demuestran recién cuando lo compilas en libro?
M.M.: Lo segundo, totalmente. Sobre lo
online tengo feedback pero poco, aunque antes era más austero aun. Los fieles a
mi laburo me suelen comentar lo online y reseñarlo. Pero para el 90% del público
y crítica un comic no existe hasta que no está en papel. Esa es la dura
realidad.
M.A.: ¿Cuál es tu tipo de superhéroe ideal?
¿O lo vas cambiando con el tiempo?
M.M.: Creo que no tengo un superhéroe
ideal. Soy más de la idea de que no hay buenos o malos personajes. Hay autores
buenos o malos. Y toda la vida prefiero a un B'wana Beast escrito por Morrison
que a Batman escrito por Scott Lobdell. Pero si me torcés el brazo para que
diga uno que aúne la magia nostálgica equilibrando con inteligencia y
creatividad actual… podría ser el Supreme de Moore.
M.A.: Como guionista, creador de personajes
como El Hombre Primordial y Monarch, que en esencia son muy diferentes entre
sí. ¿Cuál me dirías que es la característica principal de los superhéroes que
forman parte del Mantella Universe? ¿Qué requisitos deben cumplir?
M.M.: Nunca me lo puse a pensar. Supongo
que sean mínimamente dignos de una historia interesante que me llene y que no
estafe al lector.
M.A.: Con respecto al aspecto de muchos de
tus personajes, ¿Sos muy detallista cuando vas a pedirle al dibujante como querés
que sean los trajes? En que agregue alguno que otro detalle en el fondo o que
mantenga cierta paleta de colores.
M.M.: Sí. Mucho. Demasiado dirán algunos
con justa razón. Pero es mi método de trabajo, es el único modo en que me
resulta satisfactorio, y aviso antes.
Lo visual lo pienso y laburo tanto como la historia y los diálogos. Pero
siempre esperando que se potencie con lo que sume el dibujante.
M.A.: Si tuvieras que recomendar algo de todo
lo que se publica actualmente en Argentina, en materia de historieta, ¿Qué me darías
para leer?
M.M.: Te recomendaría Mega de Salvador Sanz.
Pero suelo leer muy poco material nacional. Más que nada por no encontrarlo en
forma digital. Desde hace varios años me acostumbré a leer en digital por
calidad, comodidad y... acce$ibilidad. Pero ahora es por necesidad ocular. Me
cuesta mucho leer de papel. Si lo que leo no tiene luz propia y no puedo hacer
zoom, estoy jodido.
M.A.: Actualmente, ¿A qué autor argentino
nunca le perdiste de vista su trabajo? ¿Con quién de ellos no pudiste trabajar
todavía?
M.M.: Por suerte trabajé casi con todos
los que admiro. Creo que solo me faltan Alessio, Migliari y Yapur, pero con
este último estamos tratando de subsanar eso. Sí me gustaría trabajar de nuevo con Frigeri, Giribaldi y Rizzo.
M.A.: Si yo me quisiera mandar como
guionista, que tengo 20 años y me gusta mucho escribir algunas cosas, ¿Qué
consejo me darías?
M.M.: ¡Que aprendas a dibujar! Hablando en serio… hmp… No hay mucho
que aconsejar. Nunca fue más fácil mostrar lo que uno hace y también actualmente
hay muchas editoriales chicas en manos de editores que no lo hacen
principalmente por el negocio sino por amor al medio. Así que si te sentís
preparado y con el bagaje cultural suficiente como para que las asociaciones de
ideas y el criterio suceda, hacelo. Esto último es fundamental a mi humilde
entender. Porque lo más difícil no es escribir bien sino darte cuenta cuando lo
haces mal.
M.A.: ¿Cómo fue tu formación como guionista?
¿Fuiste a talleres o te formaste leyendo, o copiando, a tus autores favoritos?
M.M.: Lo segundo. Soy demasiado vago y misántropo
como para durar en un curso de algo. Así que aprendí por las malas y tardando y
sufriendo el tripe que si hubiese estudiado. Y todavía lo hago. Es una lucha
constante contra mi propia mediocridad.
M.A.: Siempre que uno rastrea tus primeros
trabajos nota que publicaste antes afuera que en tu país, ¿Cuáles fueron tus
primeros trabajos publicados en Argentina?
M.M.: Creo que las historias cortas de
Bastión. Y digo creo porque no me acuerdo si antes ya Better Call Muñoz había
sacado por Cono Sur a Astika y Genoma.
M.A.: ¿En algún momento consideraste ser
dibujante de tus propias historietas?
M.M.: Nunca. Demasiado esfuerzo. Y no
tendría el placer de atormentar dibujantes.
M.A.: ¿Con cuál de tus obras sentís más
afinidad? ¿O todas son tus hijas malcriadas?
M.M.: Es difícil escribir una obra sin que
en ese momento sientas que es tu preferida. Pero en líneas generales me cuesta
elegir entre el Hombre Primordial y Monarch. Ya que una es como la evolución de
la otra y en ambas di todo.
M.A.: ¿Reconoces la influencia de tus
historietas en algún otro guionista? ¿O crees que falta tiempo para llegar a
eso?
M.M.: Sí, creo que falta tiempo. Pero me
encantaría percatarme de eso alguna vez. Incluso si me roban. Tendrían 1000
años de perdón.
M.A.: ¿Por cuánto tiempo dan vueltas las
ideas en tu cabeza hasta que lo llevas a un guion?
M.M.: Bastante. A tal punto que suelo
tener que obligarme a pasar a la siguiente etapa porque la convicción de que ya
fue suficiente tiempo de planear las ideas o el plot nunca llega de manera
completamente satisfactoria.
También me cuesta encontrar ideas
que me gusten durante largo tiempo. Si algo aprendí de la creatividad es que el
aspecto creativo de la mente tiene mucho menos criterio que el analítico. Por
eso las ideas que se nos ocurren por la noche nos parecen geniales, y a la mañana
siguiente las examinamos y nos parecen estupideces.
M.A.: ¿Qué ideas andan dando vueltas que
todavía no encuentran una nueva historia?
M.M.: Varias. Quiero encontrar el modo de
armar un universo coherente con la iconografía (disimulada por el copy) de un
director de cine por el que tengo devoción enfermiza. También tengo ganas de
hacer algo que pase en los años 70, muy bauhaus y drogado onda The Prisoner
meet The Doom Patrol.
M.A.: ¿En qué nueva historia estás trabajando
para lo que resta del 2020?
M.M.: Por ahora solo en Lost Word (con
Darío Bustamante), que sale online por Viñeta Uno. Pero estoy trabajando en
varios proyectos más que era hora que cerrase.
M.A.: ¿Hay algo que no pregunté que quisieras
agregar?
M.M.: Solo agradecimiento por tu interés y
difusión.
Dejo por acá unos link para leer online varias historietas de Mauro.
Viñeta Uno: Lost World; Mundus
Stone Bot Comics: Fantaciencia; Monarch; Xira; 78 KM/H; Tiempo 5
Se puede ingresar con solo hacer clic en los nombres.
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