viernes, 16 de agosto de 2019

Reseña Cómic: El Manuscrito (2016)

EL MANUSCRITO (2016)



Editorial: Doedytores /Historioteca; Año: 2016; Guión: Marcelo Pulido; Dibujo: José Massaroli 


Mucho antes de empezar a leer la historia que nos ofrecen Marcelo Pulido y José Massaroli, uno puede intuir que tendrá de protagonista al que recordaríamos como el guionista de la primera versión de El Eternauta. Y que sabríamos después, fue tomado muchos después como un alter ego del mismo Oesterheld. Hasta llegar a ser un personaje de la segunda parte, publicada en los años setenta por el mismo autor, de la cual todos saben que fuera escrita en la más absoluta clandestinidad. 

Y es en forma de homenaje, que años después de la desaparición de H.G.O, que Pulido y Massaroli rescatarían aquel Germán de ficción para traer a nuestros días al verdadero. 

UN PERSONAJE, GERMÁN

En esta ocasión el guionista no solo se cambia de lugar en el escritorio, para ocupar la silla en la que apareció por primera vez el viajero de la eternidad. Sino que quiere contarnos su propia versión de la historia. De aquello que tuvo lugar con el regreso de Juan, en su reencuentro con Elena y Martita, y de que lo dejaran en medio de la calle con la incógnita del “¿Sera posible?”. 

Y es cuando nos enteramos que mientras sucedía eso, un grupo de dos Manos -extraterrestres con más de diez dedos en la mano-, aterrizaban con una nave cerca de la casa de un amnésico Juan Salvo; para luego ir a perseguirlo y hacer que no tenga oportunidad de divulgar el relato que aquel le dijera sobre los futuros planes de los Ellos, sus amos. 

Porque si alguien llegase a divulgar todo, para el año 1963, se perdería el efecto sorpresa de la invasión hacia Buenos Aires. 

EL VERDADERO GERMAN

Si relacionamos la manera en que nos presentan a este guionista, un Germán que busca a toda costa prevenir al mundo de los males que están por venir, para lo cual debe publicar el guión de una historieta que es parte argumento y premonición de un futuro apocalíptico. Es como si estuviéramos rescatando al de la versión original. Aquel que era publicado en la revista Hora Cero Semanal

Pero en El Manuscrito puede verse que las intenciones que este  persigue, aunque sigan siendo las mismas, ocurren en un contexto muy diferente al de sus versiones anteriores.  

Ahora se presentaban muchas dificultades para publicar el guión de Germán. Porque sumado a la irrupción de los Manos, estos luego de aterrizar de su nave, encontraron a un par de policías a los que convirtieron en Hombres-Robots. Logrando al poco tiempo convertir a toda una comisaría en pupilos teledirigidos que buscarían a Germán por todas partes. 

EL MANUSCRITO 

En este punto, se podría decir que los autores encontraron la manera perfecta de adaptar la persecución orquestada por los grupos de brigada militar que persiguieron al verdadero Germán Oesterheld en su época de militante político en Montoneros

Referenciando además una residencia en el Tigre que muchos aseguraron que tuvo el autor durante unos meses. Y que vuelve a ser citada -en realidad algunos años antes que en El Manuscrito- en las páginas de la colección Universo Eternauta, en la historia escrita por Maiztegui y Solano López, llamada “El Fin del Mundo”. 

En ella Favalli le cuenta al Indio -uno de los tantos jóvenes que forman parte de la resistencia- , que años atrás cuando buscaba saber sobre lo que había ocurrido en verdad con la invasión de los Ellos; se encontró en una casa del Tigre con el manuscrito  abandonado de un escritor en el que se registraba todo lo que harían los Manos con la Tierra. 

Ante este dato, y relacionándolo directamente con la obra de Pulido y Massaroli; podríamos decir que ellos nos resolvieron la incógnita acerca de quién había sido el escritor de “La Trampa de los Ellos” que hablaba Favalli. 



Reseña Cómic: Desfigurado (1996 - 2000)

DESFIGURADO (1996 - 2000)


Autor: Salvador SanzEditorial: Ex Abrupto Editions Año: 1996 - 2000

Hurgando entre los estantes de la biblioteca pública donde suelo ir por las tardes -a usar el wi-fi y disfrutar un poco de tranquilidad-, estaba buscando un libro que necesitaba para mi carrera. Para lo cual tuve que sumergirme en esa marea incoherente de títulos y autores que muchas bibliotecarias parecieran no saber organizar, cuando de casualidad me tope con algo mucho mejor -que no debía estar en la sección de Historia-. Y vi por primera vez el nombre de Salvador Sanz en la portada de una novela grafica. La cual era DESFIGURADO. 
Así lo conocí realmente por primera vez -porque antes había visto unas páginas que hizo para “El Perro Llamador” publicada en la colección de Universo Eternauta-, y aunque solo fueran apenas unas pocas páginas, me atraía mucho la forma en que manejaba aquel tono oscuro en sus dibujos. Remarcado -creo yo- por grises y blancos con un atrapante fondo negro de fondo. Pero todo eso, sin saberlo, solo era la punta de un iceberg en el universo creativo de Salvador.  
Pero en mi caso -o por ahora- solo compartiré ese encuentro casual que tuve con DESFIGURADO. El cual me pareció, viéndolo desde ahora, muy provechoso. 

La Historia 



Darío Estigma es el empleado de una compañía que se dedica a enviar gente, por medio de lo que parecieran ser cascos de realidad virtual, a un lugar en donde estos pareciera que deben experimentan una serie de sensaciones extra corporales -aunque no se aclare del todo esa cuestión-. 
Así es como, después de haberse colocado el casco, vemos a Darío en el medio de un público que asiste a un recital de rock. En donde ira fijándose en pequeños detalles. Como buscando hallar una especie de mensaje entrelineas. Lo cual pareciera ser la tarea por la cual fuera enviado ahí. 
Pero de un momento, aun estando el recital de fondo, lo vemos formar parte de una persecución en moto. Dirigido por un grupo de gente que tiene tapado su rostro por una máscara, y que terminaran finalmente por hacer que se pierda entre tantos laberintos y espejos que lo rodean. 
Aunque no vagaría solo por mucho tiempo, porque un pequeño grupo -con la aparente capacidad de transportarse por medio de los espejos- lo salvaría de ser asesinado por una mujer, que al momento de ser rescatado, le había arrancado gran parte de su nariz con una Gillette adherida a su boca. Como si aquella fueran sus dientes. 
Y el resto ya se vuelve muy confuso, casi onírico, y pareciera cada vez más que el mundo al que había sido enviado Darío, no era tal vez lo que su jefe imaginaba encontrar. Aunque su opinión en los destinos de esta historia no importen en verdad. 
Porque el protagonista después de todo será Darío. Su jefe, o si se quiere, la empresa en que trabaja, fueron solamente quienes le dieron los medios para poder llegar hasta aquel lugar. Nada más. Él será, después de todo, quien deba investigar por si mismo quienes son los que mueven los hilos en ese extraño universo de bolsillo. 
Descubriendo con el tiempo que su lugar pareciera ser solo el de una pieza faltante en un enorme tablero de ajedrez, del que no supo, hasta un tiempo después, de que podía sumarse a jugar. Y de que aquel juego venia buscando revancha hacia un buen tiempo. 

El Dibujo 


Junto con los diálogos, con quienes van de la mano, el lápiz de Sanz pareciera ir desde lo más épico -con impresionantes ilustraciones de una sola hoja- hasta la oscuridad mas solitaria -cuando deja ver que tan magníficos son los lugares en donde habitan sus monstruosos, así como misteriosos, personajes-. 
La dinámica con que nos mueve, al momento de estar leyéndolo, es impresionante e ingeniosa. Nos da un baile visual en donde él es quien sabe moverse, mientras que nosotros, nos dejamos llevar como si fuésemos aprendices. 

Lo Malo, después de tanta cosa buena

El día que termine de leerlo, que fue dos días después de que lo retire de la biblioteca; sentí en esa última página -donde decía terminar la historia- que faltaban por aclararse muchas cosas. Así como que el autor podía seguir para unas cuantas páginas más todavía. 
¿Dónde está la crítica entonces? En que si desarrollaste medianamente bien el argumento de una historia, aunque pudiera decirse que con algunos que otros baches, no podes cerrarla de una forma abrupta. Como si fuera una tira auto conclusiva y no una novela grafica. No. Tenes que dar mínimamente un cierre coherente a todo lo que estabas contando anteriormente. 
Una cosa es cambiar la marcha con que el autor estaba contándonos algo -a través de un giro argumental con respecto a la situación que vive el personaje- y otra, que la redirija hacia un final, pongámosle conclusión; que nada tiene que ver con el argumento que nos narraba anteriormente. Aunque esto último, pudiera o no tener, una relación aparente con la idea planteada en un principio. 
Y creo que eso remarca el hecho de que la historia pareciera ser resultado de una constante improvisación. Dejándonos ver que la intención del autor, al momento de ver su trabajo, era la de  convencerse a sí mismo, a medida que lo iba terminando, si era o no de su agrado. 

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